Los Japidols surgieron gracias a esta larga crisis que nos ha tocado vivir. Un largo tiempo sin tener trabajo (soy dierctora artistica de cine y televisión) hizo que cayese en una profunda crisis personal. Todo ese tiempo busqué trabajo en los circuitos ordinarios, entregando curriculums, pidiendo entrevistas, presentándome a todas las ofertas posibles y casi de cualquier índole. Durante más de dos años las negativas de todo el mundo fue lo que iba encontrando. Olvidada por la mayoría de mis contactos profesionales y rechazada hasta en los trabajos más básicos (mujer, mayor de 45 años y con demasiada experiencia laboral, son causantes de la gran mayoría de los rechazos para conseguir un puesto de trabajo), mi autoestima bajó de tal manera que me sentía incapaz de ser útil a la sociedad. Hasta que una se da cuenta que la solución no está solo fuera, sino en tu propio interior. Y te empiezas a preguntar qué sabes hacer que esté a tu alcance económico, cómo puedes aportar algo. Necesitaba expresarme y necesitaba llegar a las personas.y, sobre todo, quería proyectar algo positivo, hacer recordar a la gente, justo en estos momentos tan complejos, su lado tierno, puro, inocente, alegre, con algo que que les evocase dicho sentimientos.
Y surgieron Los Japidols: pequeños, desnudos, para hacernos recordar que todos somos i guales y también únicos. Gracias a ellos descubrí que es más importante tener alimentada el alma y el corazón, que el estómago. Si, hay que pagar recibos, casa, comida, préstamos...Los problemas siguen ahí pero, al menos, me reconforta crear y proyectar todo lo hermoso que nos ofrece la vida y que lo disfruten también otras personas.
Estos fueron mis primeros Japidols. Desde entonces la familia ha aumentado
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